Oportunidades para la fe en el siglo XXI.
En cada siglo, el cristianismo ha afrontado desafíos específicos de los cuales ha surgido victorioso; en cada generación, los cristianos han sufrido y vencido incluso por medio del martirio, desde sus inicios la fe en Cristo es el mensaje central del evangelio, también ha sido el objeto a que apuntaron herejías que en su momento pervirtieron la fe, pero al mismo tiempo, se levantaron creyentes defendiendo eficazmente el fundamento de la Iglesia.
En este siglo, nuestra
época exige agudo discernimiento sobre los retos de nuestro tiempo. Lo primero
que debemos advertir, es que no solo la fe se enfrenta a ellos, sino también
todos los sistemas que conformaron la era moderna ahora son desafiados por el
posmodernismo[1].
Basta observar, como abundan en la actualidad libros, videos, fuentes y medios de
comunicación formal e informal que disertan alrededor de las dificultades y
desafíos para la educación, la economía, la política, los derechos humanos, y
la lista continua…
Por lo antes
mencionado, podemos sugerir que el siglo XXI, también tiene retos y desafíos
para la Iglesia, en esta generación, Cristo como mensaje central del evangelio
será objeto de viejas y nuevas herejías, los cristianos se enfrentarán a
tribulaciones y persecuciones, el cristianismo enfrentara grandes dificultades
y adversidades, ante lo cual, solo los creyentes aptos apologetas de la fe serán
los defensores.
Ajustarme a hablar de
los desafíos de la fe en el siglo XXI en este artículo, pareciese lo ideal, al
menos por dos razones: la primera es que otros han hablando del tema, y lo han
hecho con propiedad[2],
[3].
La segunda, es por lo limitado del formato en que escribo, pero permítanme
cambiar el enfoque de lente y veamos el panorama con otro tono. El siglo XXI,
es la época de oportunidad para la fe, es el siglo pertinente para el
cristianismo, es el periodo ideal para los cristianos, es decir, la época del
posmodernismo es el espacio adecuado para que la Iglesia presente a Cristo como
mensaje central del evangelio.
Ahora, hagamos un zoom
a esta perspectiva, en comparación con épocas pasadas ¿Qué es lo diferente de
esta era de otros siglos para los cristianos? en primer lugar, la iglesia en el
siglo XXI, goza de teólogos, exégetas, biblistas, hermeneutas y distintos
expertos en el campo de las ciencias bíblicas, que han desarrollado
sensibilidad al Espíritu Santo, y fundamentado su experiencia en el
entendimiento de la Escritura interpretada adecuadamente, lo que es una fusión pneumatológica,
que gesta la generación de discípulos fieles en la fe y firmes en su
temperamento espiritual, quienes serán creyentes aptos apologetas de la fe de
nuestro tiempo.
Ya concluyó el tiempo,
en que era posible etiquetar a los cristianos de ignorantes y analfabetas, en los
últimos años, los centros educativos de corte ministerial han aumentado, desde
seminarios e institutos bíblicos, hasta universidades que han formado una
generación de predicadores, que exponen con excelencia y madurez la fe que
profesamos, se presenta con ponderación el conocimiento teológico, y la práctica
que desarrolla al creyente con certeza por la Palabra, sin desestimar la experiencia.
La generación de ministros que viven en medio del posmodernismo, se caracteriza,
por su fidelidad a Cristo en lo que defienden, por el sello característico del
cristianismo desde sus inicios al ser guiados por el Espíritu, van a la Palabra
con una llave exegética en busca de verdades, que son fruto de una
investigación seria y exhaustiva, para luego procurar que las mismas sean entendibles
en la praxis de la iglesia.
Cristo, nos preparó
para el siglo XXI, en medio de esta generación del posmodernismo, para quienes
el antidualismo, el cuestionamiento de criterios absolutos, en donde la vida
privada es parte del show mundial, donde el consumismo es compulsivo, es
imprescindible afirmar que los cristianos, tenemos el único mensaje a la
sociedad, misma desafiada por este periodo de la historia, lleno de retos que
integran la herencia de viejos paradigmas de la humanidad, así como los nuevos
cambios y configuraciones de la sociedad, provocados por los grandes avances de
la ciencia y tecnología de nuestro tiempo.
Sin Cristo, no hay
cristianos, sin cristianos, no hay cristianismo. Por lo que solo el
cristianismo formado de cristianos fieles a Cristo, son aptos para mostrar la
bandera de victoria ante los retos y desafíos del siglo XXI, todas las
características de esta generación posmoderna son oportunidades, para que la
iglesia, que a través de la historia ha permanecido, no solo permanezca por más
tiempo, sino que sea la que desafía y reta al mundo contemporáneo.
Dios, ha provisto para
este tiempo, las herramientas y métodos, para que el mensaje del evangelio,
también alcance a esta generación, los creyentes estamos capacitados para
abordar esta oportunidad, Cristo es proclamado por cristianos que guardan el
legado del cristianismo, para ello, no solo son expertos en la erudición
bíblica, sino que también saben navegar en las redes sociales, usan los medios
informáticos, tanto para comunicar el mensaje de la fe como capacitarse e instruirse,
desarrollan software que nos ayudan en los procesos exegéticos, diseñan
contenidos de calidad digital por medio de herramientas multimedia, conocen los
peligros de Internet, pero aprovechan la tecnología de la red, con el fin de
defender como heraldos de Cristo la fe.
Aunque los retos del
siglo XXI, son super-hiper-ultra-mega desafiantes, la generación que Dios tiene
para este tiempo, trae consigo la herencia de todos los cristianos, no importa
los desafíos, ya que, han sido la oportunidad para la victoria, el cristianismo,
es la historia de cristianos que han triunfado por la fe en Cristo.
[1] Hybels, B., Briscoe, D., Robinson, H.
& Bataller, D. (2008). Predicando a personas del S. XXI. Barcelona: CLIE.
[2] Hanegraaff, H. (2010). Cristianismo en
crisis: siglo 21. Nashville, Tenn: Grupo Nelson.
[3] Delumeau, J. & Hurtado, E. (2006). El
cristianismo del futuro: otear el horizonte ¿va a desaparecer el cristianismo. Bilbao: Mensajero.
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