domingo, 12 de abril de 2020

CONSUMADO ES


Juan 19:30
ὅτε οὖν ἔλαβεν τὸ ὄξος [ὁ] Ἰησοῦς εἶπεν, Τετέλεσται, καὶ κλίνας τὴν κεφαλὴν παρέδωκεν τὸ πνεῦμα. (Jn. 19:30 UBS4)
Entonces cuando tomó el vinagre Jesús dijo, completado es, e inclino la cabeza entregó el espíritu (traducción propia)
Cunado Jesús recibió el vinagre, dijo: ¡consumado es! Y habiendo inclinado la cabeza, entrego el espíritu (RVA 2015)

El contexto de este pasaje presenta la escena más asombrosa que jamás se ha recogido en la historia de la humanidad, no hay precedentes históricos o parangón en ninguna cultura humana que se parezca al evento redentor de la cruz.
La imagen misma de Dios, Dios hecho hombre expuesto ante semejante escenario. Después atravesar del infinito, Jesús llega al magno momento de la obra divina, un espectáculo para unos, tragedia para otros, un condenado más para el imperio romano, pero, la redención de la humanidad y el precio que demandaba la ley es pagado en aquella hora.
Según Juan 19: 30 recoge la última palabra que el gran salvador exclamo, de hecho, este verso mantiene que “consumado es” en este verso es la única y la última palabra gran palabra del maestro Τετλεσται (tetélestai) El significado de este término tiene muchas connotaciones desde “cumplimiento” hasta “meta”, “término o resultado”, “fin o conclusión”, en muchos textos del Nuevo Testamento es usado con carácter escatológico «hasta el fin», «completamente», «finalmente», «totalmente» y «continuamente». Y también como «Impuesto» o «tributo»

La escena de la muerte del Cristo Juanico, es diferente del que presentan los evangelios sinópticos, la muerte no es presentada como una derrota, sino como la majestuosa victoria divina, la conclusión del plan redentor.  El perfecto pasivo indicativo del verbo Τετλεσται (tetelestai) tiene mucha relevancia en la exegesis el tiempo perfecto, es el tiempo más importante de los tiempos griegos. Este cuando es usado de manera deliberada por el autor. Presenta un evento que habiendo sido completado en el pasado tiene resultados que existen en el presente. Debemos entender este, no como la acción pasada como tal, sino el presente estado de plenitud del sacrificio como resultado de aquella acción pasada. Por otro lado, el modo indicativo es el modo de la afirmación o presentación de una certitud, es una afirmación no contingente. Pero lo más sorprendente de esta forma verbal es la voz “pasiva” en todo caso si no es Jesús ¿quién hace la acción de consumar la obra redentora? Pueda ser que nos encontremos ante una situación sin agente expresado debemos asumir el hecho que el sujeto es un agente divino y que no se menciona porque obviamente y teológicamente se asume que es Dios quien ha completado la obra redentora y él es quien ha pagado con la sangre de su Hijo el precio de la iniquidad.

Si leemos Juan 19:14, nos daremos cuenta que Jesús fue condenado a la hora que se sacrificaba el cordero pascual, Dios consumo, pagó, completó con su Hijo, el precio que el pecado pedía para la liberación de las vidas, todo lo que la ley demandaba para expiar el pecado Dios lo paga con su Hijo, “consumado es” es la declaración del hijo diciendo: el Padre los liberó, el Padre pagó y el precio siempre estuvo en mí.

En la última oración Juan 17:4 Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste, concuerda perfectamente con la declaración “consumado es” ya que el termino τελεισας (teleiosas) significa hacer perfecto mientras que Τετλεσται (tetelestai) significa cumplir. Dios cumplió su propio plan ejecutando a su Hijo para salvar al mundo “consumado es” es realmente la voz de Dios en los labios de su Hijo. El Hijo que representa tanto a los pecadores, como a Dios, es el precio de la paz, el precio del amor Divino, el sufrimiento humano y el sufrimiento divino. De tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su Hijo…  Cuan gran sentido toma esta declaración ante el consumado es del calvario, comprendemos la cristología Juanica cuando leemos el evangelio viendo a Dios y al Hijo completamente como uno.

La muerte del Hijo es la vida del creyente, en Jesús se cumple la justicia divina y el amor perfecto del eterno creador, su belleza se deja ver en justicia y gracia para con los hombres. Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra para con los hombres de buena voluntad. Amen


Managua Nicaragua
Ovet Gamaliel Cano



sábado, 11 de abril de 2020

PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU

Lc 23:46
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.

La palabra final de la Cruz, una voz que expresa con confianza la Esperanza que surge desde el más oscuro de los sufrimientos, la experiencia de la muerte, no cualquiera, sino la muerte de cruz, la muerte más indigna, la muerte en el madero es la muerte de un maldito. Observemos algunos elementos desde el análisis bíblico de esta trascendental expresión.

Primeramente observemos el escenario, las escenas surgen en un telón universal, un evento cósmico, "y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad", aunque esto puede prestarse a muchas y variadas interpretaciones, cada uno de los elementos señalados en este escenario, indica la presencia de Dios Padre, las tinieblas y el sol que se oscurece, nos indica a la naturaleza intentando ocultar lo que le acontece al Hijo de Dios, sin embargo, el velo del templo se rasgó, Dios Padre está presente para recibir al gran sumo sacerdote de su Casa, quién abre el camino nuevo y vivo a través del velo, su carne. Dios Padre, ha aceptado la sangre de su Hijo, mediante la cual tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo. 

Del escenario cósmico, veamos ahora el ambiente al pie de la cruz, la palabra final de Jesús, a la que analizaremos más adelante, tiene una fuerza salvífica, que el evangelista Lucas nos describe el espectáculo, primeramente, un personaje peculiar, un centurión, quién observando lo acontecido "Dio gloria a Dios", con una confesión muy pertinente "verdaderamente este hombre era justo", desde el ámbito de la narratología, el centurión es un testigo más de la inocencia de Jesús. Al mismo tiempo podemos observar la multitud que se había acercado a participar del espectáculo sangriento, regresar "golpeándose el pecho", la culpabilidad emerge desde en medio de la narrativa y el sufrimiento. 

Observemos ahora la palabra final en la cruz; Jesús se dirige a su Padre, con una oración poética. No es cualquier oración, es una palabra del libro de los Salmos, la oración que declaran los niños hebreos al acostarse cada noche, el Hijo de Dios contempla la muerte, sin embargo, para Jesús es dormir en los brazos de su Padre. Es una palabra de Esperanza, aún en el último suspiro de la vida terrena, desde el último aliento en la cruz, Jesús confía en el Padre con una expresión de los Salmos en sus labios. El Salmo 31:5, es la referencia de la palabra final de Jesús, con unas importantes modificaciones que reflejan el sentido hermenéutico del Cristo Redentor. 

Jesús en la cruz, aumenta a la voz del Salmo el término "Padre", el cual refleja la culminación teológica de la revelación de Dios por medio de Jesucristo, quién nos ha dado a conocer al Padre. Importante es observar que el Salmo 31:5, finaliza la expresión "Tú me has redimido", la cual Jesús prescinde, mostrándonos la serenidad y confianza, expresa claridad mental en el momento final. En el contexto del Salmo 31, en su verso primero, el salmista expresa "no sea yo confundido jamás", a pesar del sufrimiento de la cruenta cruz, la mente de Jesús no está confundida, más bien, posee una brillante sensatez. 

La parte del Salmo 31:5 que Jesús intencionalmente cita, "en tus manos encomiendo mi espíritu" radica en el hecho mismo que su muerte ha sido voluntaria, él ha puesto su vida en un sacrificio redentor. La última palabra en la cruz, Jesús la expresa no solamente con confianza y convicción, sino con la fuerza necesaria para que los evangelistas la denominan como un grito, un clamor a gran voz, sin embargo, ese clamor, es la expresión de confianza y de intimidad entre un Padre y su Hijo. Esta expresión de confianza está fundamentada en el contexto del Salmo 31, en su verso primero "líbrame en tu justicia", Jesús en la cruz, confía en su Padre, porque él es el sacrificio perfecto que complace plenamente la justicia de Dios. A partir de esta última palabra de Jesús en la cruz del calvario, el desarrollo de la historia de la salvación queda en manos de Dios Padre, quién dará testimonio a través de los siguientes eventos, Jesús es el Cristo, el Justo que sufre, el Siervo de Yahveh, el Dios Redentor, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dios Padre tendrá la ultima Palabra que es también la primera “Resurrección”. 

Managua, Nicaragua
Joel Sadracht Hurtado Corea



ELÍ, ELÍ, ¿LAMA SABACTANI?


Mateo 27:46 
Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

La palabra central de la Cruz, una voz que clama con interrogante de angustia, qué surge en una de las escenas anunciada por los profetas, “la oscuridad” elemento constante en el escenario del día del juicio de Yahvé. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las densas tinieblas son el telón del clamor central en la historia de la salvación. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Observemos algunos elementos desde el análisis bíblico de esta trascendental expresión.

En primer lugar, Jesús, para expresar la angustia más profunda, encuentra las palabras adecuadas desde el lenguaje poético del Salmo 22, es en ese lenguaje qué es posible expresar el misterio de la Cruz. La intertextualidad de este pasaje nos condiciona la contextualidad teológica, una relectura al salmo 22 que nos ilumine desde la textura cristológica, a comprender el sentido en que Jesús expreso y reutilizo esta palabra. Momentos antes que Jesús expresara con sus labios el verso primero del salmo 22, paradójicamente, en el escenario de la cruz surgen unos personajes, que el evangelista solamente los etiqueta como "los que pasaban" llevan a su cumplimiento el verso 7 del salmo 22, "todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza". También otro grupo de personajes, los jefes de los sacerdotes, escribas, fariseos y ancianos, tienen esos labios el verso 8 del salmo 22, "confío en Dios; líbrele ahora sí le quiere".

En segundo lugar, los evangelistas Marcos y Mateo, nos exponen el problema hermenéutico de los oyentes a los pies de la cruz a la palabra de Jesús, "Mirad, llama a Elías", y la impertinente burla, "Dejad, veamos si viene Elías a bajarle", al igual que aquellos interlocutores al pie de la cruz, hoy podríamos tener una mala comprensión, ante lo cual, también tendríamos la posibilidad que nuestra interpretación sea una burla al sentido textual de las palabras de Jesús en la cruz. Lo más arriesgado, es pensar que; desde nuestra comprensión finita, podríamos explicar el sentido trascendente de la obra redentora de Jesús en la cruz, sin embargo, lo más insensato, es acercarnos a esta palabra central de Jesús en la cruz, de manera superficial, por lo tanto, procuremos una solemne reflexión y meditación que nos permita desde nuestra incapacidad hermenéutica contemplar el misterio del Dios Redentor.

En tercer lugar, la dimensión real del sufrimiento como misterio, a como lo expresara Martín Lutero, "¿Quién puede entender?, Dios desamparando a Dios". Es el clímax del sufrimiento, el momento en que el Hijo de Dios toma la copa y le bebé hasta el final, la creación se avergüenza y cubre de tinieblas aquel evento, intentando ocultar de la vista del Padre al Hijo crucificado, pero solamente logran qué Jesús experimente la más grande experiencia de desamparo, abandono y desolación. Desde este misterio destellan las interacciones teológicas que virtualmente nos dan luz en medio de tanta oscuridad, es el momento de dar respuesta a la pregunta de aquel muchacho hacia su padre, "¿Dónde está el cordero para el holocausto?", a quién Juan El Bautista le susurra "he aquí, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo", y es por ello que en el mensaje apocalíptico del apóstol Juan nos describe "un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado".


Una reflexión final, hemos observado la presencia virtual del salmo 22 en la realidad última de la cruz, por lo que me atrevo a afirmar qué; Jesús en la cruz al pronunciar el primer verso del salmo 22, también toma en cuenta el mensaje en su contexto y para su contexto, de hecho, cada situación de la cruz puede ser identificada, y los evangelistas nos detallan lo que ellos observaron e interpretaron a la luz del mismo, la transliteralidad del verso 18 del salmo 22, "repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes"; el verso 16, "horadaron mis manos y mis pies". El salmo 22, no concluye con el sufrimiento como elemento final, es la Esperanza, en el Dios redentor, a partir del verso 22, nos encontramos con la etapa de la alabanza, de la victoria, el anuncio de la justicia, en el verso 31: "a un pueblo que aún no ha nacido se le dirá que Dios hizo justicia" como afirma el apóstol Pablo en romanos 3:22, "esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo". La respuesta de Dios Padre a la pregunta de su Hijo en la cruz “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?, fue la resurrección de entre los muertos que desde una lectura teológica del salmo 22 también está anunciado.

Managua, Nicaragua
Joel Sadracht Hurtado Corea



PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN


Texto: Lucas 23:34
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

El contexto del capítulo 23, del Evangelio de Lucas nos recuerda que se trata del sacrificio cruento y ejecución de un inocente, (Pilatos no encontró culpa en Él) Herodes tampoco lo encontró culpable. Que Pilatos intentó rescatarle la vida a Jesús, negocio con la multitud. (Al final la multitud decide liberar a Barrabás y castigar a Jesús). Que los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues la multitud pedía que lo crucificaran.

Que el juicio de Jesús, es un proceso anormal pues dos veredictos de justicia e inocencia fueron ignorados. Que los que ejercen justicia también se equivocan cuando hacen el deseo del pueblo (sueltan al culpable y castigan al inocente.). Que Barrabás es una representación del pecado de la humanidad, tipifica al hombre caído, nos representa en la condición pecaminosa. (Jesús es el justo castigado por el injusto Romanos 5:5-8)

Que el juicio contra Jerusalén es inminente, por no escuchar el mensaje del reino de Dios (dichosa la estéril) Jerusalén sería desolada en el año 70 D.C. Frente a todo esto, Jesús se dirige al Padre para orar por sus enemigos; pide que sus enemigos sean perdonados.
  1. Por qué no saben lo que hacen.
  2. Por qué Jesús está dándole vida a las normas éticas del Reino (Lucas 6:29,35).
  3. Jesús está modelando la conducta del verdadero discípulo, evidenciando su amor por el mundo.
  4. Se ha cumplido una profecía sobre Jesús. (Salmo 22:18.)

Esta primera palabra que Jesús pronuncia hacia una multitud sedienta de sangre inocente, hacia una multitud segada por el pecado y la maldad, se convierte en una palabra universal pues en Jesús el Padre puede perdonar y salvar al mundo, pero también es una palabra que desafía a la comunidad de fe, le invita a vivir bajo la ética radical del reino de Dios como comunidad de redimidos ahora le toca también ser misericordiosa otorgar el perdón a quien le ofende. Es pues una llamada al discipulado radical.

Maanagua, Nicaragua 

Jairo López Aguilera


CONSUMADO ES

Juan 19:30 ὅτε οὖν ἔλαβεν τὸ ὄξος [ὁ] Ἰησοῦς εἶπεν, Τετέλεσται, καὶ κλίνας τὴν κεφαλὴν παρέδωκεν τὸ πνεῦμα. (Jn. 19:30 UBS4) Entonces...