Texto: Lucas 23:34
Y Jesús decía: Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando
suertes.
El contexto del capítulo 23, del
Evangelio de Lucas nos recuerda que se trata del sacrificio cruento y ejecución
de un inocente, (Pilatos no encontró culpa en Él) Herodes tampoco lo encontró
culpable. Que Pilatos intentó rescatarle la vida a Jesús, negocio con la
multitud. (Al final la multitud decide liberar a Barrabás y castigar a Jesús).
Que los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues la multitud pedía que
lo crucificaran.
Que el juicio de Jesús, es un
proceso anormal pues dos veredictos de justicia e inocencia fueron ignorados.
Que los que ejercen justicia también se equivocan cuando hacen el deseo del
pueblo (sueltan al culpable y castigan al inocente.). Que Barrabás es una
representación del pecado de la humanidad, tipifica al hombre caído, nos
representa en la condición pecaminosa. (Jesús es el justo castigado por el
injusto Romanos 5:5-8)
Que el juicio contra Jerusalén es
inminente, por no escuchar el mensaje del reino de Dios (dichosa la estéril)
Jerusalén sería desolada en el año 70 D.C. Frente a todo esto, Jesús se dirige
al Padre para orar por sus enemigos; pide que sus enemigos sean perdonados.
- Por qué no saben lo que hacen.
- Por qué Jesús está dándole vida a las normas éticas del Reino (Lucas 6:29,35).
- Jesús está modelando la conducta del verdadero discípulo, evidenciando su amor por el mundo.
- Se ha cumplido una profecía sobre Jesús. (Salmo 22:18.)
Esta primera palabra que Jesús
pronuncia hacia una multitud sedienta de sangre inocente, hacia una multitud
segada por el pecado y la maldad, se convierte en una palabra universal pues en
Jesús el Padre puede perdonar y salvar al mundo, pero también es una palabra
que desafía a la comunidad de fe, le invita a vivir bajo la ética radical del
reino de Dios como comunidad de redimidos ahora le toca también ser
misericordiosa otorgar el perdón a quien le ofende. Es pues una llamada al
discipulado radical.
Maanagua, Nicaragua
Jairo López Aguilera
No hay comentarios:
Publicar un comentario