martes, 24 de diciembre de 2019

Nos ha nacido un Niño, Dios nos ha dado su Hijo

El narrador y teólogo Lucas, nos narra en el capítulo dos de su evangelio, el nacimiento de Jesús, nos encontramos ante una narrativa estética, detalles muy importantes desde la perspectiva teológica. Es el nacimiento del Niño anunciado, del Hijo de Dios esperado.


Lucas, nos detalle los puntos geográficos más importantes que marcan el periplo de este evento cósmico y soteriológico, desde la ciudad de Nazaret ubicada en Galilea, José y María tienen que recorrer durante 6 días una distancia considerable, hasta llegar a su destino Belén de Judea, a la casa de sus antepasados, una familia histórica, privilegiada y amada en la ciudad de David, es la familia que desciende del mismo Rey.


En ese contexto, los padres de Jesús se caracterizan por ser migrantes, por alguna razón han tenido que abandonar su ciudad natal, y ahora se ven obligados a regresar, aunque su estadía no será definitiva, por razones de seguridad del niño tendrán que huir fuera de las fronteras de su nación. 



Nos ha nacido un Niño, un Niño inmigrante, es el Hijo de Dios, Príncipe de paz, Emmanuel Dios con nosotros, que ha dejado su trono, para asumir la naturaleza humana en su encarnación, por lo cual, es el ser humano más excelso de todos, al asumir la naturaleza humana dignifica a toda raza, a toda persona, no importando la época ni el estatus social que le ha asignado su hogar, su país, su religión, su cultura…



Nos ha nacido un Niño, un Niño emigrante, desde su nacimiento su destino será la cruz, tendrá que abandonar este mundo qué le ha rechazado, para ir a preparar un lugar a todos los que creen en Él, en esta tierra no tendrá una casa, ni siquiera dónde recostar su cabeza, nacerá en un pesebre, el espacio de la casa reservados por las familias judías para el Cordero elegido, perfecto y consagrado para el sacrificio que cada año ofrecen en el templo. 



Nos ha nacido un Niño, Dios nos ha dado a su Hijo, en el mismo lugar que nació el rey David, ahí mismo nace el Rey de reyes y Señor de señores, no nació en el lugar más humilde, nació en la casa de la familia de David, un lugar prestigioso, en una familia de fe, una familia elegida por Dios, en un pueblo de hombres y mujeres con expectativa de ver la promesa hecha a David, un pueblo de pastores que conservan el oficio de su antepasado, y también conservan la Esperanza de ver al Ungido de Dios.

Por fin, llegó el tiempo en que este mundo vería la luz, fue en el día que a María le llegó el tiempo de dar a luz, allí nació el Hijo de Dios, Admirable, el Dios invencible, el Príncipe de paz que se sentara en el trono de David. ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz! A todos los seres humanos que hoy gozamos del favor de Dios. ¡Nos ha nacido un Niño, Dios nos ha dado a su Hijo!...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

CONSUMADO ES

Juan 19:30 ὅτε οὖν ἔλαβεν τὸ ὄξος [ὁ] Ἰησοῦς εἶπεν, Τετέλεσται, καὶ κλίνας τὴν κεφαλὴν παρέδωκεν τὸ πνεῦμα. (Jn. 19:30 UBS4) Entonces...